Ñangalí

Ñangalí está en la sierra de Piura, al norte del Perú, en la provincia de Huancabamba. Es una comunidad de 180 familias (1200 habitantes) y tiene cuatro sectores o barrios: Centro, Membrillo, Locupe y Mishka.

Sus habitantes se dedican a la agricultura, el tejido y la ganadería a pequeña escala. Siembran maíz, frejol, zapallo, alfalfa y mucho más.

Como en varias partes del Perú, desde hace más de treinta años, el pueblo de Ñangalí está organizado en torno a su ronda campesina, encargada de garantizar la tranquilidad y el bien común.

Ñangalí

Ñangalí

Artistas participantes

Sigur Claros (La Paz), Juan Fabbri (La Paz), Rodrigo Zárate Marfil (Oaxaca), Nahun Saldaña (Lima), David Escalante Eúan (Mérida), Griselda Sánchez (Oaxaca), Emilio Mejia a.k.a. Brvtus (Ciudad de México), Natalia Maysundo (Tacna), José Luis Macas Paredes (Quito).

Registro en campo

Candy López, Víctor Ybazeta, David Escalante Eúan, Matías Magnano, Mariela Díaz, Griselda Sánchez, Daniel Martínez, Luz Estrello.

Masterización

David Escalante Eúan

Gráfica y portada

Espacio Abierto

Fotografía y video

Candy López

Producción comunitaria

Ismena Pusma, Epifania (Fany) Adriano, Rosa Morillo, Angélica Maticorena, Elizabeth Cunya, Nivia Pusma (integrantes de la Asociación de Mujeres Protectoras de los Páramos).

Producción general

Luz Estrello

Producción ejecutiva

Julio César Gonzales Oviedo

Muy cerca de Ñangalí se encuentran Las Huaringas, un sistema de lagunas en pleno páramo, sumamente visitadas por propios y extraños, que acuden a ellas en busca de salud y buena fortuna.

Este páramo se ubica a altitudes considerables, oscilando entre los 3.800 y los 4.800 metros sobre el nivel del mar.

Ahí nacen ríos como el Huancabamba, y muchos más, que llenan de vida su camino hacia el Pacífico y la Amazonía.

Si se concreta el proyecto extractivista de la empresa de capital chino Río Blanco Copper S. A., se provocaría la destrucción de los páramos de Huancabamba, afectando irremediablemente los medios de vida de miles de comunidades.

Las actividades mineras, como la remoción de suelos y la liberación de sustancias tóxicas, podrían contaminar las aguas superficiales y subterráneas, afectando la disponibilidad y calidad del recurso hídrico en la zona.

Además, se teme que la construcción de infraestructura industrial y el movimiento de maquinaria generen impactos negativos en la flora y fauna del páramo. Y también en las personas.

La gente de Ñangalí, al percatarse de las intenciones de la minería, fue el primer caserío de la zona en levantarse.

Las comunidades de Huancabamba (y también de Ayabaca) argumentan que se ha violado su derecho a ser consultadas de manera libre, previa e informada sobre el proyecto minero y sus impactos potenciales, pues amenaza su seguridad alimentaria, así como su cultura y cosmovisión, basadas en una estrecha relación con la naturaleza y la tierra.

Por eso se han movilizado. Han impulsado litigios, consultas populares y demandas legales en busca de la protección de sus derechos colectivos y el reconocimiento de su participación en las decisiones que afectan sus territorios.

En Ñangalí, además de la ronda campesina, son las mujeres organizadas quienes abanderan la resistencia.

Ahí están las compañeras de AMUPPA (Asociación de Mujeres Protectoras de los Páramos), cultivando la vida, tejiendo alternativas y alimentando la rebeldía.

Suena Ñangalí

Maizal
Amuppa