
El páramo es un ecosistema de alta montaña, por encima del límite de los bosques y debajo de las nieves perpetuas.
Por lo general, se ubica a altitudes de aproximadamente 2900 m s. n. m. hasta los 5000 m s. n. m.
Su clima es húmedo y con bajas temperaturas todo el año. Su paisaje, nublado, con el sonido del viento siempre presente.
Se encuentra en la zona intertropical, principalmente en la región andina. Pero también en Centroamérica y en otras partes del mundo como África y Nueva Guinea.
Es un ecosistema único y frágil.
Por el predominio de vegetación tipo matorral (arbustiva), el páramo o jalca está clasificado biogeográficamente como “pradera y matorral de montaña”.
Uno de los grupos de plantas más emblemáticos y característicos del páramo son los frailejones. Plantas esponjosas de hojas gruesas y peludas, que actúan como esponjas, capturando y almacenando agua del ambiente.
También hay otras especies vegetales como los pajonales, musgos y líquenes.
Y animales, como el oso de anteojos, jaguares, cóndores, reptiles y mariposas.
Al actuar como esponjas gigantes que capturan y almacenan agua de lluvia y niebla, los páramos la liberan gradualmente hacia las tierras bajas a través de ríos y arroyos, contribuyendo al suministro de agua dulce en las regiones cercanas y a la reproducción de la vida de millones de personas.
Además, los páramos ayudan a reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, a través de su vegetación.
A pesar de su importancia, los páramos enfrentan grandes desafíos.
La industria minera, considera al páramo únicamente como un yacimiento inmenso listo para explotarse a cualquier costo.
Pero para las comunidades que ahí viven, el páramo es fuente de vida y salud, al permitir la agricultura, la ganadería y hasta la sanación espiritual.
Los proyectos extractivos en los páramos impactan negativamente en el ecosistema y las comunidades que dependen de él.
La contaminación del agua, la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad y la alteración de los sistemas hídricos son algunos de los problemas asociados a este tipo de proyectos.
La protección y defensa del páramo es fundamental para garantizar su conservación y los beneficios que le brinda a las comunidades locales, y al mundo, como el suministro de agua, la biodiversidad y la regulación del clima.
Son muchos los territorios y comunidades en resistencia ante los intentos de despojo y contaminación del páramo y las cabeceras de cuencas que ahí se encuentran.
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Nos interesa el sonido como sensación, y también como portador de significados sociales. Soñamos con un archivo colectivo y abierto sobre los territorios sonoros de Abya Yala que están deteniendo la amenaza extractivista.
Registramos, recorremos y mapeamos
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para investigar
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para agitar la memoria

Laguna Negra, Piura, 2019
Laguna Azul, Cajamarca, 2022
Río Huancabamba, Piura, 2019
Río Jadibamba, 2022
Lluvia en Ñangalí, Piura, 2019
Amanecer en El Lirio, Cajamarca, 2022
“Al Maizal” de Daniel Gil Terrones, Cajamarca, 2022

